Créditos con Dicom | Cómo solicitarlo

Para aquellas personas que necesiten una cantidad monetaria en un periodo de tiempo breve y para cubrir un pago al que no pueden hacer frente deberán solicitar un crédito. Pero no siempre que se pide es concedido inmediatamente por la entidad bancaria ya que es necesario que ésta conozca previamente la solvencia del futuro deudor. ¿Cómo se puede saber? A través de datos financieros que certifiquen las rentas del solicitante y sobre todo si ha contraído deudas que todavía no ha devuelto.

Esto se hace a través de Equifax, una empresa que lleva a cabo estos registros en diferentes países del mundo y que en el caso de Chile se hace a través del Dicom. Aunque a veces una persona que aparece aquí se asocia con una persona morosa, no siempre es así ya que no todas las deudas que están registradas en el Dicom tienen que afectar negativamente. Dependiendo del tipo de deuda, la entidad bancaria estudiará si realmente esa persona va a ser solvente o no a la hora de devolver la cantidad de dinero que se va a solicitar.

Sin embargo, si el tipo de deuda contraída es considerada irregular ninguna empresa financiera querrá ofrecer un crédito a esa persona hasta que no esté al día con los pagos que debe realizar. Dependiendo del retraso que haya transcurrido desde ese impago la deuda podrá ser morosa, vencida o castigada; esta última es la más perjudicial para alguien que quiere pedir un crédito y aparece en este registro. Así que si tu nombre aparece en Dicom te explicamos a continuación cómo salir de aquí siguiendo unos sencillos pasos.

Consejos para pedir un crédito

Antes de solicitar un crédito debes tener en cuenta una serie de parámetros si no quieres que tu nombre acabe en el registro de Dicom de deudas irregulares. A continuación te ofrecemos una serie de consejos para pedir un crédito y que lo devuelvas exento de impagos. Antes de solicitar una cantidad, analiza tus posibilidades, las exigencias de la entidad financiera y calcula realmente qué cifra podrás hacer frente con solvencia.

  • ¿Para qué lo pides? A veces parece muy fácil obtener un bien material o inmaterial que no nos podemos permitir con algo tan “sencillo” como  solicitar un crédito. Pero realmente debes analizar para qué vas a pedir la cantidad monetaria antes de hacer una compra impulsiva. ¿Va a ser un capricho o realmente es necesario? ¿Qué ocurriría si pides ahora un crédito sin ser imprescindible y en unos meses realmente necesitas asumir un alto coste? Hay que ver la solicitud de un crédito como una operación financiera seria y a la cual nos comprometemos con un nombre y garantías.
  • Calcula los costes. Muchas veces parece que necesitar una cifra ‘baja’ como 3 mil dólares y que te los concedan, no nos va a suponer mucho esfuerzo en devolverlos; pero pedir un crédito no sólo consiste en hacer frente a una deuda de un importe relativamente bajo, sino que a ello se suman ciertos costes. ¿Has pensado en la tasa de interés que tendrás que pagar? ¿La entidad que te facilita el dinero te exige comisiones de asesoramiento? ¿Será necesario que pagues unos gastos fijos al mes? Antes de pedir un crédito, calcula los costes que esto te va a suponer y no sólo la cantidad que vas a pedir. Para ello, se pueden utilizar simuladores de créditos en los cuales poner el monto a percibir y el número de cuotas en las que se pagaría para ver la cifra final que habría que asumir. La mayoría de bancos cuentan con este tipo de simuladores a través de Internet, son sencillos de utilizar y totalmente gratuitos.
  • ¿Cuánto puedo asumir? Una vez calculado el coste final que tendrás que asumir del crédito, es decir, la deuda más los intereses y otros gastos que genere, deberás analizar si puedes asumirlo o no. Dependiendo de la necesidad y urgencia del producto o bien que vayas a adquirir, deberás plantearte si podrás pagarlo de manera desahogada o será mejor pedir una cantidad inferior antes de que la deuda se convierta en una cantidad imposible de pagar. ¿Cuál es la cifra que nos podemos permitir? Generalmente hay que calcularlo de forma que la cuota mensual no exceda del 30% de los ingresos  domésticos.
  • Cuida tus garantías. También es muy importante que analices las garantías a aportar. Ya sea un aval, una garantía prendaria o una garantía hipotecaria debes evitar ponerlos en juego ya que este tipo de bienes los deberás preservar a lo largo del tiempo.
  • No pagues un crédito con otro. ¿Qué ocurre cuando nos hemos visto envueltos en las deudas de un crédito al cual no podemos hacer frente? Que muchas personas recurren a solventar esa cantidad monetaria solicitando otro crédito. Aunque sea ‘tentador’ esa forma fácil y rápida de pedir dinero te supondrá una deuda todavía mayor ya que estarás pagando intereses de dos créditos diferentes y al final acabarás perdiendo mucho más dinero del que inicialmente necesitabas.
  • Analiza las exigencias. Como comentábamos al principio, uno de los requisitos para que no te rechacen un crédito debes cumplir unas exigencias, entre las que está no aparecer en Dicom. Pero también se necesita que ciertas exigencias se cumplan por parte del futuro deudor. Antes de decir que acceder al crédito, analízalas previamente y comprueba si serás un pagador solvente así como si la entidad financiera te da las mejores condiciones de pago. Ten en cuenta que hoy en día es muy fácil pedir información en varios bancos casi al mismo tiempo y desde tu casa, ya que desde Internet podrás acceder a las condiciones que ofrecen las entidades financieras ahorrándote tiempo en desplazamientos innecesarios.
  • Deudas pagadas. Y lo más importante cuando pidas el crédito es que mantengas al día tus deudas. Siguiendo nuestros consejos conseguirás que sólo hagas frente a aquella cantidad que te puedes permitir y no acabar viéndote en envuelto en un ‘circulo vicioso’ en el que para pagar un crédito querrás solicitar otro para poder afrontarlo. Lo más importante es que te mantengas alejado de la lista de Dicom ya que sino no podrás solicitar dinero en un futuro si cuentas con deudas irregulares.